ASI EMPIEZA EL LIBRO TITULADO
GRAN GRIMORIO DEL PAPA HONORIUS
PUBLICADO EN ROMA EN EL AÑO 1760
Yo te conjuro, poderoso Grimorio, para que me seas de utilidad y provecho y me hagas salir en bien en todo cuanto en tu mediación emprenda.[+] Yo te conjuro por la virtud de la presiosisima sangre de Nuestro Señor Jesucristo para que tus enseñanzas me sean beneficiosas tanto para el cuerpo como para el alma. [+] Yo te conjuro, admirabilisimo y poderoso Grimorio, por la virtud misteriosa de Tetragrámmaton, para que me preserves de las asechanzas del Espíritu Malo.[+] Yo te exorcizo en el nombre de la Muy Santísima Trinidad.[+] En el nombre de la muy Santísima Trinidad.[+]En el nombre de la muy Santísima Trinidad.[+]Amen.[+] Amen.[+]Amen. Yo os conjuro y ordeno, Espíritus todos, tantos cuantos vosotros fuereis, ausentes y presentes, para que aceptéis y acojáis favorablemente es Grimorio, y cuanto en él se contiene, a fin de que cuantas veces lo lea con la intención de evocaros, os presentéis sin demora bajo hermosa apariencia humana y sin poner reparo ni exigencia alguna. No me ofenderéis tampoco en el cuerpo ni el alma, no me atormentaréis, no me daréis temor alguno con ruidos, voces ni silbidos; no me espantaréis con truenos, relampagos, vientos y tempestades, ni tampoco impediréis que se cumplan los mandatos y conjuros contenidos en este Grimorio.[+]Yo, os conjuro a que me obedezcáis al momento siempre que os llame, ejecutando escrupulosamente mis deseos. Y si por cualquier motivo o por insuficiencia mía al evocarlos no pudieréis comparecer, yo os conmino a que me mandéis espíritus inferiores con poderes suficientes para cumplir cuanto les ordene.[+]Yo os conjuro por última vez, por el Santísimo Nombre del Todopoderoso, Dios Eterno, Inefable, Soberano Señor de todos los seres corporales y espirituales, por los divinos nombres de Elohim, Jah, Ely, Eloy Sabahot, Adonay y Tetragámmaton, a que cumpláis estrictamente cuanto os he manisfestado, y si no lo hicieréis de grado os obligaré por fuerza, atormentándoos con las potentes palabras de las Claviculas de Salomón. [+]
Conjuro te, Grimorium, per verba illa tituli triumphalis Salvatoris nostri Jesu
Chistri, et per omnia alia verba, quoe dicantur de Creatore omnium creaturerum,
el per illum, qui potest tribuere, et facere quod tantam obtineas virtutem, ut
ómnia, quoe superete scribentur, ad effectum saludis oeternoe perducere valeas: et
ut omnis fallacia, et virtus diaboli exeat a te, et intret in te omnis virtus proedicta.
In nomine Patris,[+]et Filii[+]et Spiritus[+]Sancti.[+]Amén.
Advertencia: Antes de poner en practica las enseñanzas misteriosas contenidas en este precioso Grimorio, deberás hacer, según ordena el Ritual Mágico, la conjuración con que empieza este libro. Dicha conjuración se lleva a efecto de la manera siguiente: Un sábado, por la noche, entre once y doce, te encerrarás en un cuarto, que debes iluminar con 4 cirios de cera virgen, colocados uno en cada ángulo del aposento. Luego, con un pedazo de carbón consagrado (*), trazarás en el suelo una circunferencia, más o menos perfecta, que en Magia se llama círculo cabalístico, la cuall debe tener unos seis o siete palmos de diámetro. Te colocarás en seguida en el centro del círculo y, con voz clara y solemne, recitaras la conjuración antedicha; rociaras el libro con algunas gotas de agua bendita en el lugar indicado. Terminada la ceremonia quedará conjurado el libro, y podrás servirte de el cuando lo necesites.
CONSTITUCION DEL Papa Honorio el Grande, en la cual se hallan los Conjuros y Exorsismos para dominar y ahuyentar a los aspíritus de las tinieblas La Santa Sede Apostólica, a la que fueron entregadas las llaves del reino de los cielos por virtud de estas palabras de Nuestro Señor Jesucristo, dirigidas a San Pedro: "Te entrego las llaves del reino de los cielos, y lo que atares en la tierra atado será tamién en el cielo", es la unica que tiene poder sobre el Principe de las tinieblas y sobre sus ángeles, quienes, como servidores de su Maestro, le deben honor y gloria y obediencia por estas otras palabras, también de Nuestro Señor Jesucristo: "tú servirás a tu solo Señor". Por el poder de dichas llaves, el Jefe visible de la Iglesia ha sido hecho señor de los infiernos. [+]Como hasta este día los soberanos Pontífices han sido los únicos seres mortales que han tenido la facultad de sacar a los espíritus y de mandarlos, Su Santidad el Papa Honorio III, por su solicitud pastoral, se ha dignado transmitir a sus hermanos en Jesucristo la manera y forma de poder ordenar y dominar los Espíritus, manifestando cuántas y cuáles son las conjuraciones que es preciso hacer para estos casos, conjuraciones, evocaciones y ceremonias que se hallan contenidas en la siguiente.
BULA DEL PAPA HONORIO III SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS. A todos y cada uno de nuestros venerables hermanos de la Santa Iglesia Católica, Apostolica, Romana, Cardenales, Arzobispos, Obispos, Abades: A todos y a cada uno de nuestros hijos en Jesucristo, Prelados, Diáconos, Subdiáconos, Acólitos, Exorcistas, Clérigos y Seglares, salud y bendición apostólica. En el tiempo en que el Hijo de Dios, Salvador y Redentor del mundo, engendrado por la divinidad, obra y gracia del Espiritu Santo, y nacido de un cuerpo descendiente de la raza de David, vivía sobre la tierra, y cuyo santísimo nombre es Jesús, ante el cual nombre la tierra y el infierno se hunillan y los cielos se estremecen de regosijo, ver el imperio que ejercía sobre los demonios, y este imperio o poder fue transmitido a San Pedro, al decirle: Tu est Petrus et super hanc petram edificabo Eclesiam meam. (Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno nada podrán contra ella). Estas palabras, dirijidas al apóstol San Pedro, en su cualidad de jefe de la Iglesia y primera piedra angular de ella, han sido las que sirven de fundamento para representar en la tierra la voluntad y poder de Dios. Nosotros, pues, que hemos llegado, más que por nuestros propios méritos, por la misericordia de Dios, al soberano apostolado, y como legítimos sucesores de San Pedro tenemos en la mano la llave del reino de los cielos, queriendo transmitir o delegar ese poder de sacar y dominar a los Espíritus, que nos estaba reservado a nosotros exclusivamente, queriendo -repetimos- transmitir por inspiración divina ese poder a nuestros venerables hermanos y queridos hijos en Jesucristo, por temor de que en el exorsismo de los poséidos no se sobrecojan ante la espantable figura de los ángeles reveldes, a quien el pecado precipitó en el Abismo, y que nuestros mencionados hermanos no esten instruidos suficientemente en lo que es preciso hacer y observar, y que de este modo los que han sido rescatados por la sangre del sublime mártir del Gólgota, no puedan verse afligidos por algún maleficio o sentirse poseídos por el demonio, hemos decidido insertar en esta Bula las reglas y método que es necesario observar para sacarlos y dominarlos, reglas que será necesario observar inviolablemente. Y como además consideramos conveniente que los ministros de los alteres tengan autoridad suficiente sobre los espíritus rebeldes, desde luego decidimos, por nuestra Bula, delegar en ellos nuestros dones en virtud de la autoridad que la Santa Sede nos concede, y sobre la cual dominamos, para mejor marcha de nuestro rebaño espiritual, imponiéndoles por nuestra autoridad apostólica la observancia estricta de las reglas que establecemos, no apartandose de ellas en la más mínimo para no atraerse la cólera del Todo poderoso.
PRIMERA PARTE en que se trata de los requisitos del exorcista, y debida preparación para exorcizar La primera y principal arma que ha de esgrimir el Exorcista, sea clérigo o seglar, es una viva e indubitable fe y confianza en Dios y en Nuestro Salvador Jesucristo, por que con el dedo de Dios ha de echar al demonio, y pisar no solamente al León más bravo sino también al Dragón Rojo, aunque venga del Infierno. Y aunque es verdad que el Exorcista obra por mediación del Santísimo Nombre y por eso son sus oraciones muy poderosas, con todo debe tener mucho cuidado de que su alma y consiencia estén limpias por la contrición y dolor verdadero y sacramento de la confesión. Primeramente porque el demonio no le puede argüir de pecado, ni tenga sobre él ningun poder, pues consta por la Escritura que Dios nuestro Señor, le da muchas veces licencia para dañar al que vive en pecado; así refiere Cardano, en su tratado De Subtilitate, libro 19, que un demonio duende hizo burla de los exorcismos de unos ministros de la Iglesia, quia
furti, et sacrilegii criminibus essent infames. Segundo: por que con semejante preveción es muy acepto a Dios y alcanza más presto la victoria. Debe tener también el Exorcista verdadera humildad y no dará entrada a la vanagloria ni lugar a las alabanzas y aplausos de los hombres, sino que tan solamente aprecio y estimación de la mayor honra y gloria de Dios, acordándose de lo que dijo Jesucristo a sus apóstoles: Veruntamen in hoc nolite gaudere, quia spiritus subjiciuntur vobis:
gaudete autem, quod nomina vestra scripta sun in coelis. Este debe ser el principal fin y motivo del Exorcista, y no la estimación del vulgo, no el interés ni otro cualquier respeto humano. Otro sí, procurará tener el alma y el espíritu libre de los cuidados y negocios del siglo y sólo ocuparse en santas oraciones y obras pías. Y por que Nuestro Salvador (Matth.,
17) nos aviza que este género de demonios no se lanza sino por medio de la oración y el ayuno, tendrá cuidado de ejercitarse en estas semejantes buenas obras y de no llegar a conjurar ni exorcizar sin prevenirse con el ayuno y la penitencia, si no es que la perentoria necesidad le excuse. Daré fin a este capítulo advirtiendo al Exorcista no sea fácil en juzgar que alguno está endemoniado o enfermo por hechizos, sino que debe primero reparar cuidadosamente en las señales y circunstancias de que tratare luego. Mucho menos debe atribuir a encantamiento y arte mágica las enfermedades, así de los hombres como de los animales, aunque sean desacostrumbradas y no conocidad, antes bien les debe consolar y quitarles del pensamiento cualquiera mala sospecha, y no permitira que echen la culpa a alguno de los vecinos u otros conocidos, para evitar todo género de rencor, y excusar enemistades, venganzas y otras cosas peores.
SEÑALES Y EFECTOS EN QUE SE CONOCE QUE ALGUNO
ESTA POSEIDO DEL DEMONIO O BIEN HECHIZADO. Para saber si una persona está poseída del demonio importa examinar las causa porque se juzga haber entrado en su cuerpo, pues algunas veces lo permite así Nuestro Señor para mayor honra y gloria suya y más merecimiento del hombre. Empero, de ordinario, los pecados son causa de este gran trabajo. Otras veces es la causa el demesiado sentimiento y la desesperación por alguna pérdida de los bienes temporales. Otras veces es la causa la maldición de los padres, y el ignorar los remedios contra las tentaciones del demonio, y por no acudir a tiempo a los doctos para tomar consejo. Segundo: procurará saber el Exorcista de qué modo entraron los demonios en el cuerpo del enfermo, por que antes suelen aparecérsele en horrible y espantosa figura, y esto de noche y en lugares lóbregos y oscuros. Otras veces le espantan y atemorizan y le maltratan lastimosamente. Otras veces entran en forma d eaire, de raton, y de otros animalejos. Finalmente, algunas veces, parece que le derraman por las espaldas un vaso de agua fría, y que desde la cabeza a los pies se le pasea todo un ejercito de hormigas. Unas de las señales de que hace mención la Sagrada Escritura es la inobediencia del Energúmeno, su obstinación y rebeldía a la ley de Dios y cosas tocantes a su santo servicio. Segunda señal es una repentina enfermedad, que le incita furor, mordéndose las manos, echándose por el suelo, en el fuego, en el agua, y poniendose en peligro de acabar la vida. Tercera señal es si se turba en presencia de las cosas sagradas, como es la Cruz de Nuestro Salvador, las reliquias de los santos, etc., y también del mismo Exorcista. No quiere pronunciar ni quiere oir palabras santas, rehusa tomar el agua bendita, y si se le obliga a acudir al santo sacrificio de la misa se pone furioso y echa espumarajos por la boca, y sus ojos, abiertos en demasía, miran extraviados. Uno de los indicios más verdaderos es el hablar o entender latín, sin haber estudiado, y tratar muy doctamente de los altos misterios de la Fe y Sagrada Escritura, siendo un ignorante; y describir o revelar secretos y pecados que no puede saber sino el mismo que los cometió. Finalmente, lo que más en cuidado pone al Exorcista es cuando el demonio, con capa de enfermedad, de tal modo se retira y esconde que s ehace dificultoso el conocerlo. En semejante caso aconsejo se dirija a Dios con oraciones y ayunos, y procure juntamente con los exorcismos quitar al demonio sus fuerzas; aconsejando también al enfermo a que de veras y de todo corazón se convierta a Dios por la frecuente confesión y sagrada comunión, y que con sus oraciones y limosnas solicite buen fin en tan alta empresa.
ADVERTENCIA El escaso resultado que algunas veces suele obtener el Exorcista es debido a su mucha ignorancia, no sólo en entender, sino también en leer los Conjuros. Así pues, para que algunos de los Exorcistas poco despiertos puedan usar decorosamente su cometido, procuraran leer muchas veces los Exorcismos, porque llegada la ocasión los puedan decir desembrazados y con valentía. Pero lo mejor es, que el que quiera ejercitarse en este arte tome de memoria lo más principal de los conjuros, que con esta diligencia se hallará más entendido y mandara al demonio con más imperio. Y porque ellos ha de hallar muchas palabras griegas y hebreras, que significan el Nombre de Dios y atributos de la Virgen, quise poner aquí su significación, para que las entiendan y las digan con mucha reverencia y más aplomo. ADONAY: Palabra Hebrea que significa Señor, y también Maestro Soberano. AGIOS: Palabra griega que significa Santo. Agios o Theos, quiere decir: Santo Dios. AGLA: Término hebreo que significa Dios en la esfera de la Luz, de la Gloria y de la Belleza. También: Dios Infinito y Poderoso. ALPHA Y OMEGA: Primera y última letras del alfabeto griego. Su significado es:
Principio y Fin, Dios Eterno. ATHANATOS: voz griega que significa Inmortal. Y también: el Señor a quien ha de obedecer el Infierno. ELOHIM: Palabra hebrea que expresa número considerable de Angeles o Espíritus de luz que animan y crean. ELOHA: Palabra hebrea; es el singular de Elohim. -Angel de luz o Espíritu Celeste
GRAN GRIMORIO DEL PAPA HONORIUS
PUBLICADO EN ROMA EN EL AÑO 1760
Yo te conjuro, poderoso Grimorio, para que me seas de utilidad y provecho y me hagas salir en bien en todo cuanto en tu mediación emprenda.[+] Yo te conjuro por la virtud de la presiosisima sangre de Nuestro Señor Jesucristo para que tus enseñanzas me sean beneficiosas tanto para el cuerpo como para el alma. [+] Yo te conjuro, admirabilisimo y poderoso Grimorio, por la virtud misteriosa de Tetragrámmaton, para que me preserves de las asechanzas del Espíritu Malo.[+] Yo te exorcizo en el nombre de la Muy Santísima Trinidad.[+] En el nombre de la muy Santísima Trinidad.[+]En el nombre de la muy Santísima Trinidad.[+]Amen.[+] Amen.[+]Amen. Yo os conjuro y ordeno, Espíritus todos, tantos cuantos vosotros fuereis, ausentes y presentes, para que aceptéis y acojáis favorablemente es Grimorio, y cuanto en él se contiene, a fin de que cuantas veces lo lea con la intención de evocaros, os presentéis sin demora bajo hermosa apariencia humana y sin poner reparo ni exigencia alguna. No me ofenderéis tampoco en el cuerpo ni el alma, no me atormentaréis, no me daréis temor alguno con ruidos, voces ni silbidos; no me espantaréis con truenos, relampagos, vientos y tempestades, ni tampoco impediréis que se cumplan los mandatos y conjuros contenidos en este Grimorio.[+]Yo, os conjuro a que me obedezcáis al momento siempre que os llame, ejecutando escrupulosamente mis deseos. Y si por cualquier motivo o por insuficiencia mía al evocarlos no pudieréis comparecer, yo os conmino a que me mandéis espíritus inferiores con poderes suficientes para cumplir cuanto les ordene.[+]Yo os conjuro por última vez, por el Santísimo Nombre del Todopoderoso, Dios Eterno, Inefable, Soberano Señor de todos los seres corporales y espirituales, por los divinos nombres de Elohim, Jah, Ely, Eloy Sabahot, Adonay y Tetragámmaton, a que cumpláis estrictamente cuanto os he manisfestado, y si no lo hicieréis de grado os obligaré por fuerza, atormentándoos con las potentes palabras de las Claviculas de Salomón. [+]
Conjuro te, Grimorium, per verba illa tituli triumphalis Salvatoris nostri Jesu
Chistri, et per omnia alia verba, quoe dicantur de Creatore omnium creaturerum,
el per illum, qui potest tribuere, et facere quod tantam obtineas virtutem, ut
ómnia, quoe superete scribentur, ad effectum saludis oeternoe perducere valeas: et
ut omnis fallacia, et virtus diaboli exeat a te, et intret in te omnis virtus proedicta.
In nomine Patris,[+]et Filii[+]et Spiritus[+]Sancti.[+]Amén.
Advertencia: Antes de poner en practica las enseñanzas misteriosas contenidas en este precioso Grimorio, deberás hacer, según ordena el Ritual Mágico, la conjuración con que empieza este libro. Dicha conjuración se lleva a efecto de la manera siguiente: Un sábado, por la noche, entre once y doce, te encerrarás en un cuarto, que debes iluminar con 4 cirios de cera virgen, colocados uno en cada ángulo del aposento. Luego, con un pedazo de carbón consagrado (*), trazarás en el suelo una circunferencia, más o menos perfecta, que en Magia se llama círculo cabalístico, la cuall debe tener unos seis o siete palmos de diámetro. Te colocarás en seguida en el centro del círculo y, con voz clara y solemne, recitaras la conjuración antedicha; rociaras el libro con algunas gotas de agua bendita en el lugar indicado. Terminada la ceremonia quedará conjurado el libro, y podrás servirte de el cuando lo necesites.
CONSTITUCION DEL Papa Honorio el Grande, en la cual se hallan los Conjuros y Exorsismos para dominar y ahuyentar a los aspíritus de las tinieblas La Santa Sede Apostólica, a la que fueron entregadas las llaves del reino de los cielos por virtud de estas palabras de Nuestro Señor Jesucristo, dirigidas a San Pedro: "Te entrego las llaves del reino de los cielos, y lo que atares en la tierra atado será tamién en el cielo", es la unica que tiene poder sobre el Principe de las tinieblas y sobre sus ángeles, quienes, como servidores de su Maestro, le deben honor y gloria y obediencia por estas otras palabras, también de Nuestro Señor Jesucristo: "tú servirás a tu solo Señor". Por el poder de dichas llaves, el Jefe visible de la Iglesia ha sido hecho señor de los infiernos. [+]Como hasta este día los soberanos Pontífices han sido los únicos seres mortales que han tenido la facultad de sacar a los espíritus y de mandarlos, Su Santidad el Papa Honorio III, por su solicitud pastoral, se ha dignado transmitir a sus hermanos en Jesucristo la manera y forma de poder ordenar y dominar los Espíritus, manifestando cuántas y cuáles son las conjuraciones que es preciso hacer para estos casos, conjuraciones, evocaciones y ceremonias que se hallan contenidas en la siguiente.
BULA DEL PAPA HONORIO III SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS. A todos y cada uno de nuestros venerables hermanos de la Santa Iglesia Católica, Apostolica, Romana, Cardenales, Arzobispos, Obispos, Abades: A todos y a cada uno de nuestros hijos en Jesucristo, Prelados, Diáconos, Subdiáconos, Acólitos, Exorcistas, Clérigos y Seglares, salud y bendición apostólica. En el tiempo en que el Hijo de Dios, Salvador y Redentor del mundo, engendrado por la divinidad, obra y gracia del Espiritu Santo, y nacido de un cuerpo descendiente de la raza de David, vivía sobre la tierra, y cuyo santísimo nombre es Jesús, ante el cual nombre la tierra y el infierno se hunillan y los cielos se estremecen de regosijo, ver el imperio que ejercía sobre los demonios, y este imperio o poder fue transmitido a San Pedro, al decirle: Tu est Petrus et super hanc petram edificabo Eclesiam meam. (Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno nada podrán contra ella). Estas palabras, dirijidas al apóstol San Pedro, en su cualidad de jefe de la Iglesia y primera piedra angular de ella, han sido las que sirven de fundamento para representar en la tierra la voluntad y poder de Dios. Nosotros, pues, que hemos llegado, más que por nuestros propios méritos, por la misericordia de Dios, al soberano apostolado, y como legítimos sucesores de San Pedro tenemos en la mano la llave del reino de los cielos, queriendo transmitir o delegar ese poder de sacar y dominar a los Espíritus, que nos estaba reservado a nosotros exclusivamente, queriendo -repetimos- transmitir por inspiración divina ese poder a nuestros venerables hermanos y queridos hijos en Jesucristo, por temor de que en el exorsismo de los poséidos no se sobrecojan ante la espantable figura de los ángeles reveldes, a quien el pecado precipitó en el Abismo, y que nuestros mencionados hermanos no esten instruidos suficientemente en lo que es preciso hacer y observar, y que de este modo los que han sido rescatados por la sangre del sublime mártir del Gólgota, no puedan verse afligidos por algún maleficio o sentirse poseídos por el demonio, hemos decidido insertar en esta Bula las reglas y método que es necesario observar para sacarlos y dominarlos, reglas que será necesario observar inviolablemente. Y como además consideramos conveniente que los ministros de los alteres tengan autoridad suficiente sobre los espíritus rebeldes, desde luego decidimos, por nuestra Bula, delegar en ellos nuestros dones en virtud de la autoridad que la Santa Sede nos concede, y sobre la cual dominamos, para mejor marcha de nuestro rebaño espiritual, imponiéndoles por nuestra autoridad apostólica la observancia estricta de las reglas que establecemos, no apartandose de ellas en la más mínimo para no atraerse la cólera del Todo poderoso.
PRIMERA PARTE en que se trata de los requisitos del exorcista, y debida preparación para exorcizar La primera y principal arma que ha de esgrimir el Exorcista, sea clérigo o seglar, es una viva e indubitable fe y confianza en Dios y en Nuestro Salvador Jesucristo, por que con el dedo de Dios ha de echar al demonio, y pisar no solamente al León más bravo sino también al Dragón Rojo, aunque venga del Infierno. Y aunque es verdad que el Exorcista obra por mediación del Santísimo Nombre y por eso son sus oraciones muy poderosas, con todo debe tener mucho cuidado de que su alma y consiencia estén limpias por la contrición y dolor verdadero y sacramento de la confesión. Primeramente porque el demonio no le puede argüir de pecado, ni tenga sobre él ningun poder, pues consta por la Escritura que Dios nuestro Señor, le da muchas veces licencia para dañar al que vive en pecado; así refiere Cardano, en su tratado De Subtilitate, libro 19, que un demonio duende hizo burla de los exorcismos de unos ministros de la Iglesia, quia
furti, et sacrilegii criminibus essent infames. Segundo: por que con semejante preveción es muy acepto a Dios y alcanza más presto la victoria. Debe tener también el Exorcista verdadera humildad y no dará entrada a la vanagloria ni lugar a las alabanzas y aplausos de los hombres, sino que tan solamente aprecio y estimación de la mayor honra y gloria de Dios, acordándose de lo que dijo Jesucristo a sus apóstoles: Veruntamen in hoc nolite gaudere, quia spiritus subjiciuntur vobis:
gaudete autem, quod nomina vestra scripta sun in coelis. Este debe ser el principal fin y motivo del Exorcista, y no la estimación del vulgo, no el interés ni otro cualquier respeto humano. Otro sí, procurará tener el alma y el espíritu libre de los cuidados y negocios del siglo y sólo ocuparse en santas oraciones y obras pías. Y por que Nuestro Salvador (Matth.,
17) nos aviza que este género de demonios no se lanza sino por medio de la oración y el ayuno, tendrá cuidado de ejercitarse en estas semejantes buenas obras y de no llegar a conjurar ni exorcizar sin prevenirse con el ayuno y la penitencia, si no es que la perentoria necesidad le excuse. Daré fin a este capítulo advirtiendo al Exorcista no sea fácil en juzgar que alguno está endemoniado o enfermo por hechizos, sino que debe primero reparar cuidadosamente en las señales y circunstancias de que tratare luego. Mucho menos debe atribuir a encantamiento y arte mágica las enfermedades, así de los hombres como de los animales, aunque sean desacostrumbradas y no conocidad, antes bien les debe consolar y quitarles del pensamiento cualquiera mala sospecha, y no permitira que echen la culpa a alguno de los vecinos u otros conocidos, para evitar todo género de rencor, y excusar enemistades, venganzas y otras cosas peores.
SEÑALES Y EFECTOS EN QUE SE CONOCE QUE ALGUNO
ESTA POSEIDO DEL DEMONIO O BIEN HECHIZADO. Para saber si una persona está poseída del demonio importa examinar las causa porque se juzga haber entrado en su cuerpo, pues algunas veces lo permite así Nuestro Señor para mayor honra y gloria suya y más merecimiento del hombre. Empero, de ordinario, los pecados son causa de este gran trabajo. Otras veces es la causa el demesiado sentimiento y la desesperación por alguna pérdida de los bienes temporales. Otras veces es la causa la maldición de los padres, y el ignorar los remedios contra las tentaciones del demonio, y por no acudir a tiempo a los doctos para tomar consejo. Segundo: procurará saber el Exorcista de qué modo entraron los demonios en el cuerpo del enfermo, por que antes suelen aparecérsele en horrible y espantosa figura, y esto de noche y en lugares lóbregos y oscuros. Otras veces le espantan y atemorizan y le maltratan lastimosamente. Otras veces entran en forma d eaire, de raton, y de otros animalejos. Finalmente, algunas veces, parece que le derraman por las espaldas un vaso de agua fría, y que desde la cabeza a los pies se le pasea todo un ejercito de hormigas. Unas de las señales de que hace mención la Sagrada Escritura es la inobediencia del Energúmeno, su obstinación y rebeldía a la ley de Dios y cosas tocantes a su santo servicio. Segunda señal es una repentina enfermedad, que le incita furor, mordéndose las manos, echándose por el suelo, en el fuego, en el agua, y poniendose en peligro de acabar la vida. Tercera señal es si se turba en presencia de las cosas sagradas, como es la Cruz de Nuestro Salvador, las reliquias de los santos, etc., y también del mismo Exorcista. No quiere pronunciar ni quiere oir palabras santas, rehusa tomar el agua bendita, y si se le obliga a acudir al santo sacrificio de la misa se pone furioso y echa espumarajos por la boca, y sus ojos, abiertos en demasía, miran extraviados. Uno de los indicios más verdaderos es el hablar o entender latín, sin haber estudiado, y tratar muy doctamente de los altos misterios de la Fe y Sagrada Escritura, siendo un ignorante; y describir o revelar secretos y pecados que no puede saber sino el mismo que los cometió. Finalmente, lo que más en cuidado pone al Exorcista es cuando el demonio, con capa de enfermedad, de tal modo se retira y esconde que s ehace dificultoso el conocerlo. En semejante caso aconsejo se dirija a Dios con oraciones y ayunos, y procure juntamente con los exorcismos quitar al demonio sus fuerzas; aconsejando también al enfermo a que de veras y de todo corazón se convierta a Dios por la frecuente confesión y sagrada comunión, y que con sus oraciones y limosnas solicite buen fin en tan alta empresa.
ADVERTENCIA El escaso resultado que algunas veces suele obtener el Exorcista es debido a su mucha ignorancia, no sólo en entender, sino también en leer los Conjuros. Así pues, para que algunos de los Exorcistas poco despiertos puedan usar decorosamente su cometido, procuraran leer muchas veces los Exorcismos, porque llegada la ocasión los puedan decir desembrazados y con valentía. Pero lo mejor es, que el que quiera ejercitarse en este arte tome de memoria lo más principal de los conjuros, que con esta diligencia se hallará más entendido y mandara al demonio con más imperio. Y porque ellos ha de hallar muchas palabras griegas y hebreras, que significan el Nombre de Dios y atributos de la Virgen, quise poner aquí su significación, para que las entiendan y las digan con mucha reverencia y más aplomo. ADONAY: Palabra Hebrea que significa Señor, y también Maestro Soberano. AGIOS: Palabra griega que significa Santo. Agios o Theos, quiere decir: Santo Dios. AGLA: Término hebreo que significa Dios en la esfera de la Luz, de la Gloria y de la Belleza. También: Dios Infinito y Poderoso. ALPHA Y OMEGA: Primera y última letras del alfabeto griego. Su significado es:
Principio y Fin, Dios Eterno. ATHANATOS: voz griega que significa Inmortal. Y también: el Señor a quien ha de obedecer el Infierno. ELOHIM: Palabra hebrea que expresa número considerable de Angeles o Espíritus de luz que animan y crean. ELOHA: Palabra hebrea; es el singular de Elohim. -Angel de luz o Espíritu Celeste